jueves, 27 de agosto de 2009

miércoles, 19 de agosto de 2009


¿Una moda?


En esta época del año, las mujeres nos obsesionamos por vernos más flacas. La ropa ya deja ver los kilos de más que acumulamos en el invierno. La ropa explota. Vamos por la calle caminando y nos detenemos a ver una vidriera. Soñamos que, por un instante, el maniquí somos nosotras. Cuando volvemos a la realidad, nos volvemos a mirar. Nos deprimimos y decidimos empezar una dieta. ¿Una dieta o a matarnos de hambre?Pero ¿cuánto nos dura? Un día o dos o quizás tres. Siempre la empezamos nunca la seguimos, excepto algunas.Pero ¿quiénes y a qué precio? Mujeres de todas las edades, por seguir una moda, se enferman o, mejor dicho, nos enfermamos. La anorexia y la bulimia, dos enfermedades relacionadas con la comida y con el tiempo que vivimos. Los especialistas la llaman trastornos alimentarios y nosotras, un pase a la vida a cualquier precio. Total, en la vida hay que ser flaca para ser linda, flaca para ser exitosa y flaca para usar determinadas marcas de ropa “de moda” lo in y lo out. Aunque, muchas mujeres critican marcas como Kosiuko, 47 Street o Tucci, entre otras, sabemos que estas marcas no fabrican para gente “normal” sino para gente con medidas de otro planeta porque la ropa es S (small). Y esto genera que muchas chicas de mi edad crean que están gordas y empiecen la dieta, la dieta de la luna, la disociada, la de mandrake, etc. Miramos la tele o revistas y el mensaje es el mismo hay que ser delgadas, como las modelos. Y ¿nuestra salud? Nosotras y, también, las modelos nos enfermamos.¿Cómo detectamos estas enfermedades? ¿Quién nos cuida de las imágenes que recibimos todos los días? ¿Quién nos aconseja para no caer? ¿Cómo ayudarnos? Si la respuesta es la negación de nosotras y de la sociedad a estas enfermedades. Nadie nos escucha y sigue todo como está. Los noticieros muestran las chicas que caen, alertan a los padres, muestran los posibles síntomas, persiguen a las marcas por los talles y nos dan direcciones de los sitios que atienden estas enfermedades. Pero, nada más. No hay una conciencia aún de esto y por eso va en aumento. Me preguntó, muchas veces, por qué. Y llegó a la conclusión porque te pasa a vos, a mí no, a mí jamás.Sin embargo, pienso que todos sabemos que es un tema que nos preocupa, al menos a nuestros padres que nos quieren. Pero aquellos padres que tienen la mente pensando en el trabajo o el dinero de fin de mes no sé o las chicas que son discriminadas por ser gordas, no. LA PRESIÓN SOCIAL A ESTAR DELGADAS AUMENTA CADA DÍA MÁS Y SE ESTÁ COBRANDO VIDAS INOCENTES, NUESTRAS VIDAS.

¿Y LOS HOMBRES....?


Estos trastornos también se dan en hombres, aunque en mucha menor medida (de ahí su poca repercusión). En ese sentido nosotros estamos “obligados” a estar medianamente delgados, si, pero lo que se nos pide por encima de todo eso es estar cuadrados y poder partir nueces apretándolas entre los dedos o presionándolas entre las nalgas. Ahí es nada…
Entre la población infantil masculina existen tres grupos especialmente propensos a sufrir una enfermedad como la anorexia. Los enumera el psicólogo Ángel Villaseñor: «Niños con obesidad, que se sienten mal con su cuerpo y son objeto de burlas en el colegio. Deportistas prodigio, es decir, niños que comienzan a hacer deporte muy pequeños y con una exigencia muy alta. Y aquellos que tienen problemas de identidad sexual». Según un estudio realizado por Pamela K. Keel y Christopher J. Russel para la Universidad de Harvard, el 14% de la población masculina homosexual sufre bulimia y el 20% anorexia.

TESTIMONIOS

  1. Comencé con 13 años. Al ver que los demás estaban más delgados decidí dejar de comer un poco y hacer ejercicio por mi cuenta. Jugaba al fútbol y a los 14 años me apunté a un gimnasio. Le dije al monitor que quería adelgazar y él me puso una tabla de ejercicios. Cuando la acababa me metía media hora en la sauna. Y al llegar a casa seguía haciendo deporte por mi cuenta. Cada día me hacía 1.200 abdominales. Para mí era una obligación. Simplemente, algo en la mente me decía que tenía que hacerlo. Sólo pensaba en buscar métodos para adelgazar. Cuando salía con mis amigos bailaba toda la noche sólo por perder kilos. Delante de mis padres hacía como que comía pero luego lo vomitaba.
  2. “Cuando mis padres notaron la pérdida de peso y los vómitos, les hice creer que tenía un problema en el estómago. Me llevaron a uno y otro especialista sin que ninguno supiera qué me pasaba. Hasta que una psiquiatra lo averiguó. Anorexia nerviosa purgativa, dijo. Lo que significa que todo lo que me hagan comer obligatoriamente lo vomito. Para mí fue un mazazo que lo descubriera. Mis padres sabían lo que estaba haciendo y no me dejarían continuar.”

¿QUE ES LA BULIMIA?


En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar. El enfermo siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer.Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos. Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico. Muchos de los factores coinciden con los de la anorexia, como los trastornos afectivos surgidos en el seno familiar, el abuso de drogas, la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la personalidad y las ideas distorsionadas del propio cuerpo.

ANOREXIA.


Se calcula que un 4,5% de la población sufre un trastorno de la alimentación. La anorexia se cura en el 70% de los casos, un 15% de los afectados recae y el 15% restante se convierte en enfermo crónico. Los anoréxicos pierden al menos el 15% de su peso corporal y, en casos extremos, el 60%. Un 2% de los enfermos muere.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), concretamente, la anorexia y bulimia nerviosas, han existido siempre, pero es en nuestros días, cuando hay una mayor preocupación debido a que cada vez son más frecuentes. El modelo actual de belleza impone un cuerpo cada vez más delgado y la industria, en este sentido, es cada vez más exigente: publicaciones de dietas y productos milagro, técnicas para moldear la figura…, lo que genera grandes beneficios económicos a algunas empresas a costa de convertir a muchas personas en esclavas de sus cuerpos.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), concretamente, la anorexia y bulimia nerviosas, han existido siempre, pero es en nuestros días, cuando hay una mayor preocupación debido a que cada vez son más frecuentes. El modelo actual de belleza impone un cuerpo cada vez más delgado y la industria, en este sentido, es cada vez más exigente: publicaciones de dietas y productos milagro, técnicas para moldear la figura…, lo que genera grandes beneficios económicos a algunas empresas a costa de convertir a muchas personas en esclavas de sus cuerpos.